Manejo de Vicuñas


Previamente al manejo de las vicuñas, se realizan capacitaciones en la comunidad donde se acuerdan las actividades.

Además se brindan los conocimientos teorico-tecnicos acerca de las vicuñas, las técnicas de manejo, la construcción del corral y mangas, el procedimiento, los riesgos.
Además de las técnicas de arreo, y la determinación geográfica del trabajo de campo, se trabaja especialmente el modo de interactuar con los animales.

Uno de los puntos críticos del manejo de vicuñas es la incorporación de técnicas que promuevan el bienestar animal. En cada una de las etapas del manejo de captura, manipulación y esquila de vicuñas se deben considerar los riesgos de traumatismos, estrés y sufrimiento animal, y adoptar medidas para  prevenir, evitar o minimizar estos impactos negativos.

De acuerdo a las recomendaciones sobre el bienestar animal sugeridas (Arzamendia et al. 2012, Bonacic et al. 2012 en http://camelidosgecs.com.ar), y en base a la experiencia propia de los participantes, se presenta la organización de la infraestructura los roles de las personas en las distintas etapas del proceso, la forma de extraer a los animales del corral, como sujetarlos y como esquilarlos y su posterior liberación. Se insiste en la adopción las siguientes medidas:

1. Preparación de la infraestructura para la esquila: Antes de iniciar la manipulación y sujeción de cada animal para su esquila se debe revisar que todo esté listo, es decir materiales de esquila, personal asignado a cada tarea (sujeción, toma de datos, esquilador y recolector de fibra). Además debe haber una persona a cargo de la puerta para acceder a los animales encerrados y controlar la misma.

2. Forma de retirar los animales de corral: Cada animal debe ser retirado del corral por dos personas para evitar que se lastime en el agarre y traslado a la zona de esquila. El primer operador sujeta con un brazo la cabeza y el cuello del animal y pasa el otro brazo por debajo del pecho (esternón) de la vicuña levantando levemente las patas delanteras. La segunda persona lo toma de la cadera y lo levanta del piso sujetándolo por la fibra haciendo que el animal pierda su punto de apoyo. Una tercera persona coloca la capucha. La capucha no debe estar muy apretada a nivel de los ojos, para evitar un problema posterior de conjuntivitis por roce y se deben dejar libres los orificios nasales y la boca, para no dificultar la respiración.

3. El animal NO debe ser tirado de la cola ni orejas, bajo ninguna circunstancia, ya que se pueden dañar y afectar la comunicación y expresión conductual del animal posteriormente. Ambas extremidades son muy sensibles al dolor y su estímulo puede causar mayor resistencia a la manipulación y aumentar el estrés. Si los animales son bien tratados y se usa siempre la capucha, se disminuye los riesgos y aumenta no solo la posibilidad de sobrevida de cada animal, sino también la probabilidad de volver a capturarlos en los años posteriores. Si los animales sufren mucho durante la captura desarrollarán una fuerte aversión y pronto será cada vez más difícil capturar un número importante de ellos para su esquila.

4. El personal de esquila debe estar bien entrenado en la esquila de camélidos domésticos antes de esquilar vicuñas. La piel de la vicuña es delicada y puede sufrir cortes de consideración que requieran suturas, lo que no es aconsejable. El equipo de esquila debe contar con un veterinario responsable de los animales, disponer de un botiquín de primeros auxilios que contenga soluciones desinfectantes, agua oxigenada y material de sutura, para curar posibles heridas productos del arreo y esquila. El equipo de esquila debe estar conformado por un esquilador y dos personas que sujetan al animal durante la esquila, mientras un tercer operador sujeta la cabeza del animal durante todo el procedimiento. Al voltear al animal para completar la esquila, se debe cuidar que la cabeza y el cuello giren junto con el cuerpo. Debe recostarse al animal sobre su costado (de cúbito lateral) en la lona de esquila y sostenerlo suavemente sus extremidades anteriores por un lado y las posteriores por otro, de tal forma de facilitar la exposición de la zona del vellón al esquilador (foto). También pueden  cruzarse las patas delanteras hacia adelante por encima del cuello sin estirarlas demasiado.
Se recomienda enfáticamente realizar una esquila parcial de las vicuñas, extrayendo solo la fibra de la zona del lomo, grupa y la cara externa de las patas (esquila parcial). Se debe esquilar a las vicuñas cada 2 años como mínimo, siempre y cuando les haya crecido la fibra un mínimo de 3 cm. (0,5 cm para dejar al animal y 2,5 cm para el vellón), si pasaron 2 años y no superó esta longitud, se deberá esperar al año siguiente.

5. Finalmente, se termina la esquila y suelta al animal para liberarlo o dejarlo en el corral de espera o preliberación si es hembra o cría.

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Bibliografía

VICAM ha publicado un Manual donde se especifican todas las técnicas que el equipo considera apropiadas para el manejo de la vicuña



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